Un matrimonio inesperado: Ceteris Paribus y el sesgo de resultado entrelazados en el análisis económico

¡Los sesgos cognitivos, vaya tema fascinante! Desde que me topé con el libro “Pensar rápido, pensar despacio” del premio Nobel, Daniel Kahneman, quedé atrapada. En serio, si aún no lo has leído, te lo recomendaría sin pensarlo dos veces.

A partir de ese momento, no puedo evitar buscar más información y aprender todo lo posible sobre el tema. ¡Y cada vez que descubro un nuevo sesgo, me quedo completamente maravillada! Es como si se abriera ante mí un mundo lleno de secretos bien guardados, que influyen en todas nuestras decisiones y juicios diarios.

En fin, podría pasarme horas hablando de esto, pero bueno, vamos al grano y centrémonos en el tema en cuestión.

Dónde inició todo

Mientras veía unos videos sobre sesgos cognitivos de la youtuber Roxanna Kreimer, una filósofa argentina, me vino a la mente un concepto económico que utilicé bastante el semestre pasado: “Ceteris paribus”. Por alguna razón, este concepto hacía mucho eco en mi cabeza mientras Roxana explicaba.

Eso me hizo reflexionar: ¿será posible que algunos sesgos cognitivos tengan alguna relación con este supuesto? Si es así, ¿cómo se conectarán entre sí?

Ah, ¿que no tienes ni la menor idea de qué significan estas palabras? No te preocupes, déjame echarte una mano y explicártelo de la forma más sencilla posible.

¿Qué significa “ceteris paribus”?

En el vasto mundo de la economía, los economistas empleamos diferentes herramientas y supuestos para analizar cómo se comportan los mercados y cómo se toman las decisiones individuales.

Uno de estos supuestos es el concepto de “ceteris paribus”, que básicamente implica que todas las demás variables se mantienen constantes, excepto la que estamos estudiando en ese momento.

Sin embargo, aquí es donde entran en juego algunos sesgos cognitivos. Al aplicar este supuesto, a menudo nos arriesgamos a caer en trampas mentales. Esta simplificación puede conducirnos a errores si no somos conscientes de los sesgos cognitivos que pueden influir en nuestros juicios.

“Hey, Joyce”, te puedes estar preguntando, “¿pero con qué se come eso de sesgo de resultado?”. Paciencia, paciencia, ahí voy.

El sesgo de resultado

Uno de los sesgos en los que podemos caer es el sesgo cognitivo de resultado. El sesgo de resultado es la tendencia a evaluar una decisión o un evento basándonos únicamente en el resultado final, sin considerar adecuadamente los factores que contribuyeron a ese resultado.

En el análisis económico, esto puede llevarnos a sobrevalorar o subestimar el impacto de una variable particular al observar únicamente los resultados obtenidos.

Al aplicar ceteris paribus, podemos caer en la trampa de atribuir el éxito o el fracaso exclusivamente a la variable aislada, sin tener en cuenta otros factores que podrían haber influido.

Por ejemplo, supongamos que estamos analizando el efecto de un aumento en el salario mínimo en el desempleo. Si aplicamos ceteris paribus, aislamos el salario mínimo como la única variable que cambia, manteniendo todo lo demás constante.

Si observamos que el desempleo aumenta después de implementar el aumento salarial, podríamos concluir erróneamente que el salario mínimo es la causa principal del incremento del desempleo.

No obstante, este análisis podría pasar por alto otros factores, como cambios en la demanda de trabajo o en la productividad, que también podrían haber contribuido al resultado observado.

Enfrentando al sesgo de resultado

Como hemos aprendido previamente, el concepto de ceteris paribus se presenta como una valiosa herramienta en el análisis económico, al permitirnos aislar el efecto de una variable específica. Sin embargo, el sesgo de resultado puede resultar un rival temible en esta batalla.

Si nos enfocamos únicamente en los resultados de hoy y descuidamos el panorama general, estaremos caminando por un terreno peligroso. Es importante excavar más profundamente y analizar los factores subyacentes, sin quedarnos en la superficie.

Además, debemos evitar ser arrastrados por percepciones subjetivas. ¡No nos dejemos llevar por la corriente! Es preferible basar nuestro análisis en evidencia sólida y llevar a cabo comparaciones entre escenarios similares. Así, mantendremos los pies firmes en el suelo y evitaremos sacar conclusiones precipitadas.

Para terminar…

Resulta fundamental fomentar una revisión crítica constante y considerar diversas perspectivas en nuestro análisis. Además recuerda, contar con varios ojos analizando es mucho más enriquecedor que depender únicamente de uno.

A modo de consejito entre panas, te recomiendo mantener una mente abierta, cuestionar con firmeza y llevar a cabo un análisis riguroso de tus resultados. Así nos aseguramos de que el sesgo de resultado no empañe nuestro juicio ni en el análisis económico ni en las decisiones que tomamos en nuestra vida diaria.

¡Me encantaría escuchar tu opinión! ❤️

Hablar por un tubo y siete llaves siempre ha sido lo mío, y estoy ansiosa por conocerte y escucharte ¡Quiero conocer tus ideas sobre este post!

Prometo no abrumarte mucho con conceptos muy técnicos 😊😂