Desde hace varios días vengo pensando sobre las cosas que influyen como tomamos decisiones.
Me parece fascinante lo susceptibles que somos ante cosas tan simples. Aspectos como el color y el tamaño en el que se nos presenta una información son una de estas.
Algo mucho más intrigante es pensar en cuáles son esas peculiaridades que afectan el pensar del dominicano. Sobre todo, ¿cómo si sabemos que algo puede ser beneficioso para nosotros aún así no lo hacemos? A continuación un rápido ejemplo.
El problema principal
En una de mis clases de Demografía se discutía cómo el gobierno tiene el reto de implementar medidas estructurales. Se explicaba como se toman, generalmente, medidas coyunturales para enfrentar los problemas sociales.
Específicamente hablabamos sobre el desafío de frenar la pobreza. Por ejemplo, uno de mis compañeros puso el ejemplo del programa Comer es Primero. A su pensar, esto funciona como una “bañadita de gato” para tratar la pobreza.
De pronto, mi mente empezó a hacer conexiones y plantearse escenarios. Sabrás que esto no es nada nuevo en mí si ya me conoces. Esta no era la primera vez que escuchaba el beneficio que tiene las medidas de corte estructural. Ciertamente, es probable que no sea la primera vez que escuchas esto también.
¿Por qué entonces, si es un tema recurrente, se les hace tan difícil a las autoridades dominicanas implementar dichas medidas? ¿Será que no le conviene a cierto sector? ¿Qué hay detrás de esa falta de políticas públicas que vayan directo al punto? ¿Es probable que ya se están tomando ese tipo de medidas y que aún no se vean los beneficios?
Entonces fue cuando apareció la pregunta clave. ¿Será que lo que impide al Estado desarrollar políticas públicas estructurales es la misma forma de pensar y actuar del ciudadano dominicano?
Si sabemos lo que nos conviene, ¿por qué no lo hacemos?
En este punto, necesitamos hacernos varias preguntas. ¿Se evaluó el costo de oportunidad de proveer $1,650 pesos mensuales al programa Comer es Primero?
¿Qué pasa si se destina esa misma cantidad a la capacitación de las personas del estrato social más bajo? ¿Se han estudiado los efectos de invertir en proyectos y campañas que promuevan la inversión y el ahorro?
En lo personal, soy creyente de que el Estado cuenta con funcionarios competentes para que estos aspectos sean verficados. No se puede negar, sin embargo, que el esceptisismo en cuanto a la competencia de los mismos ha estado firmemente sustentado a lo largo del tiempo.
Retomando nuestra idea con la que iniciamos, ¿qué garantiza que dichas personas asistirán a dicha capacitación?
¿Cuáles son los sesgos cognitivos que predominan en el dominicano que le impiden tomar mejores decisiones? Sin duda esta última es una pregunta merecedora de ser estudiada.
Y ahora, ¿qué debemos hacer?
No nos engañemos, la pobreza no es un problema que se solucionará en 4 años de gobierno. Esto requiere un trabajo más profundo y en conjunto, pero considero que hay muchas preguntas en las cuales debemos meditar.
¿Puede el Estado disponer de políticas públicas que ayuden al ciudadano a tomar mejores decisiones para su propio bienestar?
Y más que eso, ¿está dispuesto el gobierno quisqueyano a orientar debida e intregramente a su población? ¿Seguiremos usando “bañaditas de gato” sobre problemas que ameritan un baño completo.
Palabras nuevas:
–Medidas estructurales: Se trata de modificar profundamente las estructuras económicas y sociales de una economía. Las políticas estructurales forman parte de una perspectiva a largo plazo. El medio para lograrlo es actuar sobre las estructuras económicas del país. Fuente.
–Medidas coyunturales: Las políticas coyunturales sirven para regular la economía a corto plazo. Fuente.
–Costo de oportunidad: es el costo de la alternativa a la que renunciamos cuando tomamos una determinada decisión, incluyendo los beneficios que podríamos haber obtenido de haber escogido la opción alternativa. Fuente.
–Sesgos cognitivos: Intentan explicar por qué interpretamos de manera errónea la realidad. En otras palabras, son aquellos errores o fallos que cometemos a la hora de interpretar la realidad. Fuente.
Me gustan esos planteamientos, para conseguir solucionar problemas debemos hacernos esas preguntas incómodas, y aprovechando esta vía le comento: el principal problema es que en la política latinoamericana es común presentar avances a corto plazo, los mismos no buscan corregir los problemas de raíz, sino, proveerle a la clase votante algunas razones por la que deben continuar votando por los funcionarios de turnos. Soluciones profunda necesitan un gran esfuerzo colectivoque va desde la parte educativa hasta infraestructura, y tomarían varios periodos y no tienen impacto en el famoso voto duro requerido para reelegirse.